REQUISITOS:
- Tener 60 años.
- No padecer ninguna enfermedad infecto-contagiosa, ni psicopatías que alteren la normal convivencia del Centro.
- Pertenecer a la zona de influencia de esta CEAM.
PROCESO:
- Inscribirse en Conserjería.
- Rellenar el modelo de solicitud recogido en Conserjería y obtener la documentación requerida.
- Acudir un viernes a las 10,15 horas a la Sala de Arte con la solicitud rellenada y toda la documentación, este paso durará una hora y media aproximadamente.
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ResponderEliminarPor culpa de los madroños
ResponderEliminar(Cuento) Por: Jesga.
Mari-Carmen y José Antonio, se conocieron hace dos años, en la romería al Santuario de la Virgen del Romero, en un pueblecito de la provincia de Toledo
Desde que se vieron por primera vez, los dos sintieron una atracción mutua, que continuó, posteriormente, con unos encuentros un poco intencionados por parte de uno y otro; una amistad más íntima fue la continuación, para desembocar en un noviazgo puro y sincero de la pareja.
José Antonio, tenía terminados sus estudios de Perito Electricista, y una colocación fija en una empresa de garantía, que le permitía vivir desahogadamente; Mari-Carmen, por su parte, era toda una mujer de su casa, y preparada para poder desenvolverse en un medio social, acorde con su pareja.
Transcurrido este período de noviazgo, con un entendimiento y comprensión mutua, ambos decidieron pasar por la vicaría, para legalizar su situación y constituirse en matrimonio.
Acordada la fecha de unión, prepararon la lista de invitados a la ceremonia, y sobre todo, el lugar donde pasarían a celebrar su “luna de miel”, que en este caso y dado que ambos no conocían Sevilla, se decidieron por la capital andaluza.
Como en los pueblos hay costumbres de gastar algunas bromas pesadas a los recién casados, en su primer día de pareja y para evitar estos sinsabores, decidieron celebrar la ceremonia a las 10 de la mañana y una vez consumado el acto, cambiar el traje de novios por el vestido de calle, para tomar el rápido de Andalucía y trasladarse a Sevilla, donde ya tenían hecha la reserva del hotel.
Los hechos transcurrieron conforme a las previsiones, si bien en el andén de la estación, tampoco faltó el consabido ¡vivan los novios!, más arroz por sus cabezas y alguna que otra traca; menos mal que el rápido apareció puntual por agujas, y ya a bordo, desde la ventanilla del coche de primera, se despidieron de sus invitados para quedar solos en el departamento y comenzar las carantoñas propias del momento.
El viaje transcurría sin novedad, y el rápido de Andalucía iba devorando kilómetros, hasta llegar a la estación de Andujar; allí apareció la Sra. Consuelo, una pobre viuda de la localidad que se ganaba la vida vendiendo productos de la tierra a los viajeros de los trenes en tránsito.
En esta ocasión la Sra. Consuelo portaba una cestita con madroños que ofrecía gustosa a los pasajeros, y como coincidió que Mari-Carmen no conocía estos frutos, los probó, siendo como es natural de su agrado, José Antonio solícito, decidió comprarle, no unos pocos, sino toda la cesta de madroños para su “querida pichoncita”.
Durante el resto del viaje, entre besos y arrumacos, Mari-Carmen iba dando cuenta de los rojos y sabrosos madroños, tanto fue así, que a la llegada a Sevilla, sólo quedaba el envase.
Al llegar a la estación, decidieron tomar un coche de caballos, para trasladarse al hotel, medio de trasporte que hoy en día sólo se utiliza para ir a los toros, pasear a los turistas y llevar alguna pareja de novios, como en el caso que nos ocupa.
Ya en la habitación del hotel, Mari-Carmen se sintió un poco indispuesta, quizá por el traqueteo del coche de caballos, por lo que decidió tomarse un vaso de agua para ver si le calmaba la molestia; fue lo que hizo saltar la chispa, pues seguidamente, comenzaron los dolores y retortijones de estómago, los dolores cada vez se hacían más fuertes e insoportables, por lo que José Antonio, se vio precisado a llamar al medico de urgencias, quien, personado en la “suite” y tras reconocer a Mari-Carmen, dictaminó “Cólico miserere”, precisando traslado e ingreso urgente en la Residencia de la Seguridad Social, Virgen del Rocío.
El padecimiento no fue grave, pero Mari-Carmen, hubo de permanecer ingresada cinco días en la Residencia; y José Antonio, fiel amante, cómo no, cinco días de guardia a su cabecera; cinco días de “luna de miel”, pero sin poder libar las “mieles” de Mari-Carmen, por culpa de los madroños.
Recordando el pasado Por Jesga
ResponderEliminarPor casualidad ha caído en mis manos un periódico del año 1930, titulado “El Diario del siglo XX” en el que leo el siguiente articulo:
“Construyen una máquina para calcular. Lo llaman ordenador”
“El Ingeniero electrónico estadounidense Vannevar Bush, de 40 años, ha conseguido elaborar una máquina destinada a resolver ecuaciones diferenciales. Ha denominado al nuevo invento –parcialmente electrónico- ordenador o computador, y está en la línea de los avances de Charles Babbage en el siglo pasado”.
P.D.
Si el Sr.Vannevar viviera en la actualidad después de 80 años y viera los avances que se han producido en materia de ordenadores se quedaría tan sorprendido con las modificaciones y variaciones de su invento, como lo vamos a estar nosotros con los progresos que ya de hecho se están realizando con los móviles y que ni siquiera nos imaginamos hasta donde podremos llegar.
Castell de Guadalest Por Jesga
ResponderEliminarDe sorprendente belleza, la villa de Guadalest se halla situada en una insólita cumbre a 586 m. de altitud, en un hermoso valle del río Guadalest y en el embalse del mismo nombre, en la comarca de La Marina entre las sierras de Aitana, 1.588 m. y Aisorta, muy cerca del Puig Campana, a 70 Km. de Alicante.
Todo el casco de Guadalest está declarado conjunto histórico Artístico, ha servido de inspiración y motivo de multitud de cuadros (entre otros de Emilio Varela, Benjamín Palencia y Ruiz de Azcárraga), pertenece al partido judicial de Callosa de Ensarriá; se accede por una empinada cuesta y un túnel horadado en la roca, donde aún conserva su primitiva puerta, para llegar a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, la casa de los Orduña, la plaza, donde se encuentra el Ayuntamiento, (en sus bajos la cárcel), y la Abadía, para alcanzar por un sendero con Vía Crucis el cementerio y los restos del Castillo de San José, desde donde se contemplan unas magnificas vistas de su entorno; se divisan los pueblos de Benimantell, Benifato, y Beniardá, todos del marquesado Guadalestino, y Abdet, que lo fue de la Baronía de Confrides.
La villa de Guadalest nació con la invasión de los árabes, quienes, al darle nombre, la poblaron. Posteriormente en el año 715, Abdelazis, hijo de Muza Ben-Noseir se apoderó de Orihuela, pactando con Teodomiro la posesión de la villa. Tarik sometió a todo el valle de La Marina al poder de los musulmanes, siendo dueños de sus posesiones. En el año 747, se posesionó de ella Yuçuf al Fihri, y en 1011, nuestra villa pasó al gobierno del hágid Mugéhid, fundador del emirato de Denia. En 1248, se produjo el primer levantamiento de los moros de Guadalest, al mando de Alazrrach, juntamente con los de Contestaina. Al conocer la noticia Jaime I, que se hallaba en Calatayud, se trasladó a Valencia, desde donde ordenó la expulsión de todos los moros del reino (que no se llevó a cabo en su totalidad) concediendo la villa a Vidal de Sarriá, continuando el señorío sus descendientes. En 1543, Carlos I concedió el título de Marqués a Sancho Folc de Cardona i Ruiz de Lihory, gran almirante de Aragón, título que luego se unió al de Ariza. La familia Orduña estuvo siempre vinculada al Castillo, ya como alcaides, gobernadores, así como justicias mayores.
El Castell de Guadalest tenía jurisdicción sobre una veintena de poblados: Benicelí, Ondarella, Ondara, Benimantell, Beniardá, Benicuma, Beniazim, Banialet, Benifató, Atzeneta, Beniqueix, Maurar, Benifartell, Pila, Benimatjar, Benicudema, Relleu, Finestrat, Cotes, y Almacorof. De estos poblados quedan unos pocos solamente, desaparecidos los demás al quedar despoblados en 1609, con la expulsión definitiva de los moriscos.
El castillo fue destruido por sucesivos terremotos; el de 1644 lo destrozó parcialmente, desastre que se completó durante la guerra de sucesión, cuando los franceses volaron con una mina la parte occidental de la plaza fuerte, el Jueves Santo, 5 de Abril de 1708, y nuevamente el en 1748, la villa volvió a sufrir los efectos de un nuevo terremoto, que lo dejó arrasado.
En 1914 se terminó la carretera a Callosa de Ensarriá, enlazando con la de Alicante, y en los últimos años, el turismo se ha desarrollado fuertemente, con una llegada masiva de visitantes, dada su proximidad a los núcleos de Altea y Benidorm.
El cultivo predominante es de secano, cosechándose cereales, Aceitunas, almendras y algarrobas. Su aceite es de gran calidad. La artesanía local es textil; encaje de bolillos, chales y ponchos tejidos de lana. El plato típico ”arrós amb fesol y penques”, y celebra sus fiestas patronales a la Asunción de la Virgen y San Roque del 15 al 17 de Agosto.